
Lakeland, Florida.- El antesalista Miguel Cabrera no se deja llevar por los pronósticos ni por los favoritismos. Sabe que su llegada a Tigres de Detroit ha causado mucha expectativa, aunque está consciente que para que un equipo lo gane todo se necesita algo más que nombres en el terreno de juego.
Cabrera fue protagonista de una de las transacciones más importantes que se han hecho en las Grandes Ligas en los últimos años. Llegó junto al lanzador Dontrelle Willis, mientras que a su antiguo club, Marlins de Florida, fueron a dar los serpentineros Andrew Miller, Burke Badenhop, Eulogio De La Cruz y Dallas Trahern, el jardinero Cameron Maybin y el receptor Mike Rabelo.
Ahora se encuentra en Lakeland, cuartel general primaveral de los “felinos”, preparándose para la temporada 2008 de las Grandes Ligas, su primera en la Liga Americana. “Estoy feliz de estar aquí, el recibimiento ha sido excelente. No puedo estar más contento y alegre, tengo muchas ganas de trabajar.
Gracias a Dios caí en un buen equipo, un grupo lleno de peloteros con experiencia, mucha más de la que tengo en las Grandes Ligas. Será un año de mucho aprendizaje, trataré de jugar bien a la pelota y, sobre todo, ganar”, señaló Cabrera.
Detroit fue el equipo que más se reforzó durante la “temporada muerta”. Además de Cabrera y Willis, también fueron incorporados el campocorto Edgar Rentería y el jardinero Jacque Jones. Son dados como favoritos, aunque el maracayero sabe que en este deporte hay que ratificar las cosas en el terreno de juego. “Aquí cada quien debe hacer su trabajo si queremos ganar. Con el lineup que tenemos cualquiera puede dar un batazo. Será cuestión de salir entre las dos rayas de cal a jugar bien la pelota, hacer el trabajo y las pequeñas cosas”.
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